Durante la intervención realizada por el Puesto de Control de Aduanas y el Servicio Nacional Forestal y Fauna Silvestre, se encontraron alrededor de 1745 ranas pertenecientes del Lago Titicaca, que eran transportadas ilegalmente en cajas de madera con destino a Lima, a través de un vehículo de la empresa transportista de carga JATSA.
Los anfibios eran transportados en una caja de madera dividida en 10 compartimentos, con pequeñas ranuras, envuelto con un saquillo como encomienda. Asimismo, los anfibios se encontraban en plena deshidratación, sin alimento y espacio para movilizarse. Según lo registrado en el documento de manifiesto, se trataba de un cargamento que contenía truchas.
El SERFOR ha iniciado el Procedimiento Administrativo Sancionador (PAS) a las personas involucradas en el hecho porque el transporte y extracción ilegal de fauna silvestre es considerado una infracción muy grave por la Ley N° 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre.
La Ley establece como infracciones muy graves “cazar, poseer, adquirir, comercializar, exportar, transportar recursos de fauna silvestre sin la autorización de la autoridad competente”. Estos actos ilícitos son considerados como delito en el Código Penal y son sancionados con la cárcel.
Datos importantes
La rana del Titicaca (Telmatobius culeus) es una especie endémica del lago Titicaca, fue descubierta por Cousteau entre las fronteras de Perú y Bolivia, también llamada elmatobius coleus puede llegar a medir entre 30 cm a 50 cm.
La rana gigante del Titicaca fue declarada en peligro de extinción desde 1996; y aunque las autoridades han realizado proyectos para su conservación, la contaminación del lago representa el mayor reto.
Se estima que, en los últimos 15 años, su población disminuyó en un 80%, debido a la sobreexplotación para consumo como alimento, degradación de su hábitat y a la acción de especies invasoras, según se precisa en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada del Perú elaborado por SERFOR.