En el calendario encontramos un día para sentirnos orgullosos de que lo hacemos diariamente, es un día especial, algunos celebran con una buena comida, con una grata compañía, para otros es una fecha para conmemorar, reivindicar y salir a exigir las mejores oportunidades de trabajo. El primero de mayo, denominado “Día Internacional del trabajo”.
Al día de hoy, en plena pandemia de Covid-19, los esfuerzos desde el gobierno central y los gobiernos locales, para reactivar la economía están resultando insuficientes, muchas personas han perdido su trabajo o se han visto obligados a someterse a reajustes contractuales; una de las grandes falencias del sistema actual, es la deficiente protección laboral en todos los sectores, pero en especial para los profesionales de la salud, quienes se encuentran en primera línea, en la batalla contra el COVID-19, ellos no solamente se enfrentan al virus, sino también a los riesgos que supone su trabajo en condiciones frágiles.
Según Instituto Peruano de Economía (IPE) y el Instituto Nacional de Estadística Informática (INEI), el impacto de la pandemia ha golpeado severamente a la economía de nuestro de país. Durante el segundo trimestre del año pasado “se perdieron cerca de 8.4 millones de empleos, principalmente el sector urbano se vio más afectado, donde el empleo se redujo en 49.0%; mientras que en el ámbito rural la reducción fue de 6.5%; asimismo el PBI se redujo a 30.2%”. Pese a que en los años anteriores en nuestro país se registró el boom económico, resulta inviable sostener, ya que el 70% de las empresas son informales y son ellos lo más golpeados en esta crisis sanitaria. La región de Puno, no fue ajeno a las pérdidas de economía y empleo, por citar un ejemplo, la afluencia del turismo al Lago Titicaca, tiene un impacto de -89.9%.
Son tiempos de revalorar los valores humanos: la empatía, la solidaridad, la buena comunicación, la adaptabilidad, flexibilidad; en un estudio realizado por “Trabajando.com”, se afirma que “el 87% de personas están trabajando desde su casa, solo el 48% lo había hecho antes”. Son tiempos de cambios y de mayor uso a la tecnología. El Director de Organización Internacional de Trabajo (OIT) Cono Sur, Fabio Bertranou, sostiene que “el desafío es mayúsculo, requiere cambios de comportamiento a nivel personal y colectivo, en los que el diálogo social, la solidaridad y la empatía tendrán una relevancia significativa”, para la recuperación del trabajo decente.
“MÁRTIRES DE CHICAGO” 1° DE MAYO
Los orígenes se remontan a 1886, Estados Unidos, en la ciudad de Chicago, en la lucha de trabajadores que demandaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas, en esos tiempos el único límite que existía era el no hacer trabajar a una persona más de 18 horas sin causa justificada. El sindicato mayoritario inició una huelga, a partir del 1 de mayo de 1886 en la capital del Estado de Illinois. La huelga duró tres días, hasta el 4 mayo, fecha en la que se produjo la Revuelta de Haymarket, y se detuvieron a tres obreros y cinco fueron llevados a la hora. Estas 8 personas se convirtieron en lo que hoy conocemos y conmemoramos como los “Mártires de Chicago” y el 1° de mayo es declarado Día Internacional del Trabajo.
La huelga acabó con miles de trabajadores despedidos y heridos, una gran mayoría inmigrantes procedentes de Europa. Este acontecimiento hizo que el presidente de EE.UU., Andrew Johnson, promulgará una ley que establecía las 8 horas de trabajo diario.